Globalización:
el concepto, el origen histórico y el capitalismo neoliberal
Introducción. El concepto `globalización´
y su utilización por el neoliberalismo.
En cierto sentido, el concepto de “globalización”, puede asimilarse
al de “internacionalización” o al de “mundialización”, si con él
queremos expresar el aumento de las relaciones que mantienen entre
sí los diferentes territorios del mundo, hasta el punto de que,
cada vez más, una mayor proporción de los aspectos locales son
ininteligibles sin hacer referencia a la escala mundial.
Pero hay algunos matices que conviene señalar. Uno de ellos viene
dado por el hecho de que la palabra “global” hace referencia al
“globo terráqueo”, pero también a la interrelación entre diferentes
aspectos, que no pueden ya ser vistos como parcelas aisladas. Quizá
este matiz no ha sido explicitado muy a menudo, pero de forma implícita
añade significados más amplios al concepto de “globalización”.
Más importante, sin embargo, parece el hecho de que el concepto
ha sido introducido en los últimas décadas fundamentalmente como
parte de la ofensiva del neoliberalismo económico, en una operación
de largo alcance, al hablar de “globalización” como equivalente
a “globalización económica neoliberal”. Se trata de una utilización
muy ideológica e interesada, más grave en tanto en cuanto quiere
hacer pasar como significado del concepto lo que no es más que
una posible concreción (el campo económico) y con una determinada
orientación (la desregulación, la competencia internacional, etc...
es decir, la doctrina neoliberal).
La coincidencia que se produce en los años noventa con la generalización
de la comunicación telemática en tiempo real a escala internacional
(Internet) hace que los fenómenos asociados a la globalización
se acentúen y la propia percepción social los capte de manera inequívoca.
Esto favorece, curiosamente, que las perspectivas socialmente críticas
también se comuniquen más fácilmente entre sí, por lo que la propia
globalización es respondida de forma internacional, con el lema
central e internacionalista de "otro mundo es posible"
¿Habría que cambiar, entonces, el término
"movimiento antiglobalización" por el de "movimiento
antiglobalización neoliberal" o por el de "movimiento
por otra mundialización"? Podría ser, aunque
habrá que estar atent@s para que el posible cambio de nombre
no signifique una reconducción del movimiento hacia posiciones
solamente reformistas (en la actulidad, conviven variadas tendencias).
El origen histórico de la globalización, la novedad actual, su intencionalidad.
Dice Manuel Castells, refiriéndose a la economía:
"La economía informacional
es global. Una economía global es una realidad nueva para la historia,
distinta de una economía mundial. Una economía mundial, es decir,
una economía en la que la acumulación de capital ocurre en todo
el mundo, ha existido en Occidente al menos desde el siglo XVI,
como nos enseñaron Fernand Braudel e Immanuel Wallerstein. Un economía
global es algo diferente. Es una economía con la capacidad de funcionar
como una unidad en tiempo real a escala planetaria."
(Castells, 1997,
pp. 119-120)
Quizá en esta cita tenemos una de las claves, si asociamos al
término “global” un significado fuerte y específico de esta situación.
Si lo utilizamos en un sentido más genérico, aun dentro del campo
económico (como equivalente a “internacionalización” o “mundialización”),
cabría hablar de tres grandes impulsos históricos, el último de
las cuales coincidiría con la que se ha dado en llamar “globalización”,
desde los años setenta del siglo XX; la primera con la conquista,
colonización e integración en el mercado mundial de América; y
la segunda con la generalización de la Revolución Industrial y
la expansión colonial del siglo XIX. Cabría hablar, sobre todo
en lo cultural, de una acentuación con la generalización de los
medios de comunicación y cultura de masas después de la 2ª Guerra
Mundial, y especialmente en la década de los sesenta del pasado
siglo.
Restringiéndonos a la globalización más actual, si nos preguntamos
si ha sido un proceso planificado, la respuesta no puede ser un
simple sí o no. Como todo fenómeno histórico, es un proceso complejo,
en el que no se puede decir que una única persona o institución
haya planeado su desarrollo, entre otras cosas porque confluyen
aspectos cuyo origen es muy diverso (nuevas tecnologías, intereses
contrapuestos, políticas diversas, multiplicidad de actores...).
Pero tampoco cabe afirmar que no haya habido empujes en determinada
dirección, acciones y presiones sostenidas, formas determinadas
de utilizar aquello que no se ha creado explícitamente... En este
sentido, parece fuera de toda duda que han sido las grandes multinacionales,
entremezcladas con los gobiernos de las grandes potencias económicas
(con EEUU a la cabeza) y con las instituciones internacionales
bajo el control de ambas (de forma directa o indirecta) quienes
han trabajado, utilizando sus grandes palancas de poder económico
y político, para que la globalización sea como predominantemente
ha sido y está siendo. Esto no quiere decir que todo esté previsto
por la misma mente, o que no haya contradicciones en el proceso:
por ejemplo, la “invención” de Internet se produce al margen de
los mecanismos económicos convencionales, pero se desarrolla en
el contexto de capitalismo tecnológico y globalizado por las empresas
para potenciar la flexibilidad, la desregulación, la internacionalización...
y, a la vez, Internet favorece la toma de conciencia mundial y
la conexión entre sectores críticos que pone en cuestión la propia
globalización neoliberal.
Para muchos autores, las raíces estarían en la respuesta del “sistema”
a la crisis de los 70: desregulación de los mercados y flexibilización
de los modos de producción, posibles ambos por las posibilidades
de la informática. Políticamente, se trata de una “contraofensiva
capitalista” a escala mundial: mercado frente a política y recuperación
de los márgenes de beneficio respecto a los costes laborales.
|